Querer abordar un proyecto como éste nace de la necesidad de hablar y reflejar una realidad muy extendida en nuestra sociedad, la multiculturalidad: cómo integramos otras culturas y cómo es posible una convivencia desde el entendimiento y el respeto.

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El espíritu que representa Lúa creemos que es el espíritu de ciudadanía que compone nuestra realidad social: intentamos representar a través de ella a un ciudadano solidario, sin prejuicios, que tiende la mano al extraño y que busca su integración; un espíritu que encuentra en el diferente lo singular de cada ser humano, insólito, innovador, original y diverso.

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Escoger a una niña para representar el ejemplo de respeto e integración de aquellos que vienen de fuera, también tiene como finalidad crear referentes femeninos que sean auténticas heroínas por su forma de hacer, pensar y sentir. Pretendemos con nuestro espectáculo educar en el respeto y la igualdad de género, tan necesarios hoy día en nuestras aulas y nuestra sociedad.